jueves, 21 de febrero de 2013

OTRO RELATILLO PARA COMPARTIR


Aquí una experiencia con dos cachorros de Madrid, que conocí algunos años. Uno de ellos hoy sigue siendo un gran amigo mio y tiene un AMO estupendo en Madrid


Hacía ya tiempo, que había conocidos dos cachorritos de 24 y 23 años por el portal. Ambos de Madrid, uno de un pueblo cercano y el otro de la misma capital, (con el cual ya había tenido una sesión allí, más que interesante), ambos estudiantes universitarios y muy timiditos, pero muy buena gente.


Como es mi costumbre, antes de verlos en vivo, les tengo un tiempo en la cam, con entrenamientos y juegos de dominación de todo tipo. Verduras, frutas, algún juguete sexual, si hay, cordones, comida y todo tipo de prácticas. Aprendían uno y otro por separado. La verdad que los dos perros se portaban de maravilla con migo, no solo en la cam sino también haciendo tareas  y enviando reportes a mi mail, hasta fotos llegaban junto a la tareas que les encomendaba.

Una noche cualquiera estaba yo navegando por Internet cuando apareció uno de ellos, Manu.

-         Buenas noches amo, que tal esta hoy

-         Con calor, perro está fatal el terral aquí en la costa.

-         Bueno aquí esta algo mas fresquito.

-         Todo bien perro.

-         Si amo todo bien, con ganas de que me use en vivo, la verdad, llevamos ya un tiempo por aquí y mis deseos de servirle son cada vez más grades.

-         Vale, ya sabes que todo es cuestión de organizarse.

Estábamos muy animados charlando cuando de pronto aparece Jo en el Messenger.

-         Buenos noches mi amo y señor, como esta UD.

-         Bien cachorro tú como estas.

-         Yo, pensando en la última sesión señor, no la olvidare jamás.

-         Bueno piensa menos y pide más. Sabes estoy con un cachorro nuevo ahora en el Messenger, me gustaría que hablásemos los tres así le animas un poco, ¿que dices?

-         Por mi perfecto.

Así fue, hicimos una conferencia los tres y Jo no hacia más que explicarle su experiencia con este amo. Manu preguntaba, preguntaba, y seguía preguntando. La cosa se iba poniendo cada vez más caliente e interesante. Jo la verdad se lo estaba currando muy bien y Manu cada vez se entusiasmaba mas

-         Y Manu que sientes, cachorro.

-         Que me encantaría señor una experiencia así, es el sueño de mi vida.

-         Hazla Manu, no te vas a arrepentir (animaba Jo).

-         Y una sesión los tres, (pregunto Manu, tímidamente).

-         Por mi, encantado, sería una experiencia alucinante.

-         Si señor, yo quiero seguir avanzando (dijo Jo).

-         Bueno, todo es cuestión de organizarla y llevarla a cabo.

-         Siiiiiiiiiiiiiiii, exclamaron los dos casi al mismo tiempo.

-         Perfecto y donde la podemos hacer.

-         Yo estoy solo el fin de semana próximo en mi casa, mis padres se van fuera un par de días, si gustan?

-         De puta madre, dijo Jo.

-         Por mi encantado, yo me subo al bus, llevo todo el material y nos pasamos un día a tope.

-         Eso está hecho dijeron los dos muy excitados, por lo que pintaba.

-         Vale, vale, estaremos en contacto toda la semana y la iremos organizando como debe ser.
-         De acuerdo, señor cada noche de once a una, entraremos los dos y pediremos instrucciones, dijo Jo.

-         Perfecto exclamo Manu.

Así fue, como lo habíamos pactado cada noche entraban a la hora señalada, hacían tareas en conjuntos, luego comentaban la experiencia, se pasaban mail contado cada uno lo que había sentido, Ponían la cam y se veían mientras yo daba ordenes precisas y como es sabido pajas nada, hasta el sábado en que los  tendría a mis pies.

Jugaban con hielos, yogures, pinzas de la ropa, dormían ambos atados de polla y huevos, se duchaban y hacina lavativas, masajeaban y dilataban sus culos con sus dedos guantes y vaselina, y día a día la cosa se ponía más caliente e intensa.

El jueves por la noche tuvimos la última charla en el Messenger.

-         Cachorros ya está todo casi listo, mañana a la noche tomare el autobús a Madrid y el sábado a las siete de la mañana ya estaré en la estación de autobuses.

-         Bien amo, gracias.

-         Jo, tú estarás allí esperándome para luego ir hasta el Escorial a casa de Manu. Tu Manu a la hora que convengamos estarás en la estación de trenes del Escorial y de allí a tu casa. Nos pasaremos los móviles y estaremos en contacto, calculo que a eso de las nueve ya estaremos en tu lugar de residencia.

-         Si señor, UD manda nosotros solo nos ponemos a su servicio

Inmediatamente me puse a plantificarlo todo, revisar el material, desinfectar y esterilizar todo, y como eran dos cachorros para mi collar, se me ocurrió acudir a un amo amigo para pedirle más cosas y así poder armar un set más completo, para esta experiencia.

Luego de currar, armar la mochila y demás, llegó la hora señalada y allí se fue el amo a tomar otra vez el autobús para ir en busca de estos dos cachorros necesitados.

A las 7 en punto, llegaba el autobús a Madrid y en la plataforma ya estaba Jo, esperando por mí, ni bien verme se puso muy contento, ya llevábamos varias semanas sin vernos. Al bajar del bus, se me abalanzó y me dio un abrazo largo y fuerte, pegándose a mi cuerpo. En su mano llevaba el collar que le había regalado, cogió mi mochila y me dijo.

- Amo. Le he echado mucho de menos, señor.

- Y yo nene, pero bueno ves ya estoy aquí.

Fuimos a la cafetería a tomar un café fuerte, me lavé me y recupere un poco y luego de nuestra charla habitual, mandamos un mensaje a Manu, que salíamos para el Escorial. Manu al instante mandaba otro diciendo que salía para la estación de trenes, a esperara con anisas Antes de emprender el viaje le di a Jo un par de bolas chinas y le dije:

-         Vete al baño, cachorro, te las metes bien en el culito y así viajas más contento.

-         Amo cabrón, jejejeje

Si decir más hizo lo que le había ordenado.

Viajamos por espacio de una hora aproximadamente y en el trayecto me acercaba a Jo, le hablaba al oído y le hacía mover el culo en el asiento. Jo obedecía y por como estaba su bermuda su polla marcaba una gran paquete y hasta se notaba algo mojada. Yo no paraba de acercarme y decirle todo tipo de cosas, y hasta con mucho disimulo pasaba mi lengua por su oreja, que lo ponía a mil y lo hacia estremecer entero.

9,15 en punto llegábamos en el tren a la estación del Escorial, allí estaba Manu, sonriente y feliz y con una cara de ansiedad que no podía consigo mismo.

-         Hola señor, gracias por venir.

-         De nada cachorro, si digo blanco es blanco.

-         Hola Jo, encantado de conocerte.

-         Hola Manu, dame un abrazo tío que al fin y al cabo somos compañeros.

Se abrazaron con mucha ternura, pero en verdad Manu estaba algo tenso. Cogía a los dos por los hombros y dije.

-         Un café y un poco de charla, para aflojar tensiones.

-         Jejejejeje, dijo Jo, tu sí que sabes, amo

Fuimos a la cafetería de la estación y allí la cosa empezó a distenderse, al principio Manu y Jo, se estudiaban uno al otro y se medían, yo dejaba hacer, intervenía solo cuando lo estimaba conveniente.
Ya cuando vi que había mucho colegueo entre ellos, les dije:

-         Perrotes, ha llegado la hora de aullar.

Se miraron y se pusieron en marcha muy decididos
Llegamos a la casa de Manu y empecé a mirar un poco el sitio. El salón era amplio y muy cómodo. De la mochila extraje unas bolsa con plásticos de pintores, las abrí y las coloque en el salón, corrí un poco los muebles, tape la mesita de centró los sofás y el suelo.
-         Manu trae toallas y varias.

-         Sí señor, voy corriendo.

-         Jo ven aquí.

Al instante se acerco y me dio un morreo que casi me mata, cogí su collar y con mucha ternura se lo coloqué y luego extraje las bolas chinas que llevaba en su culo de perro.

-         Manu esto es para ti, cogiendo otro collar que llevaba para el se lo coloque.
Guuuuuuuuuuuaaaauuuuuuu, salió de su boca y me metió otro beso, Manu se acercó y los tres empezamos a besarnos como desesperados.
.
-         Bien ahora mientras termino de preparar todo, os vais a la ducha y os bañáis el uno al otro, hasta que yo valla, Quiero mimos caricias, besos y que os conozcáis a fondo.

Como dos cachorro juguetones, se fueron al baño, yo acelere el ritmo coloque todo el material y fui en su búsqueda.

Que bella imagen, cuando entre los dos perrotes en la ducha jabonándose el uno al otro, lamiendo sus pieles suaves, jóvenes y aterciopeladas y jugando con sus lenguas, se exploraban tímidamente como con miedo de ir mas lejos por temor a enfadarme.
-         Jo agáchate arrodíllate y come la polla de Manu, se lo merece.

-         Al instante Jo se arrodilló y con absoluta lujuria metió la polla de Manu en su boca, que la verdad no estaba para despreciar. Cuando los vi a los dos muy entregaditos, me acerque, saqué mi polla ya dura como un garrote y comencé a mear a los dos, mis chorros muy controlados caían lentamente  desde el pecho de Manu y descendían lentamente hasta la boca de Jo, que,  al notarlo gemía y lamía toda la meada que llegaba a su boca.

-         MMMMMMMMMMMM, si amo, que delicia, decía Jo entre suspiros y con su boca llena de polla.
-         Joder señor, jamás me lo habían hecho y estoy en una nube.

- De rodillas los dos y de espaldas a mí
Ya sin decir nada se pusieron en posición y largos chorros de medas recorrían desde sus espaldas a sus culos alternadamente, Al sentir eso se miraron y sus lenguas se comían una a la otra como desesperadas

-         Sacar ahora la alcachofa de la ducha y hacerse unas buenas lavativas el uno al otro. Yo observaba esto sentado en la taza del bater.

Que maravilla como los nenezotes se aplicaban y el uno le llenaba el culo de agua al otro, aguantaban y expulsaban casi al mismo tiempo. Si bien al principio salía algo sucia, parecía no importares demasiado. Yo sentado, dirigía la acción.

Cuando vi que el agua salía absolutamente limpia, me metí con ellos y dije

-         Ahora me van a duchar. Tu Manu me jabonas y Jo con tu culo tiras agua en mi cuerpo, luego os cambias de rol.
-         MMMMMMMMMM, dijeron a coro, este es nuestro amo y señor

La verdad esto fue una maravilla, sentir las manos de uno y ser enjuagado con el agua del culo del otro, hacia que me temblaran hasta las piernas. Una vez terminado esto, nos secamos entre los tres entre mimos y largos besos llenos de baba, le di un suspensor a cada uno y los lleve al salón.

-         Manu trae la maquinilla de afeitar y el gel, debes estar preparado.

Manu enseguida se presentó en el salón, la polla muy dura gritaba por salir del suspensor, al igual que Jo, que miraba y esperaba instrucciones.
Puse a Manu desnudo en el sillón y Jo le ató las manos para que no se moviese. Con toda la paciencia del mundo, coloque gel en su pubis y empecé a rasurarlo entero, mientras tanto Jo, lamía sus pezones y jugaba con su legua. Ver a los dos cachorros entregados el uno al otro era fascinante.
Luego lo desatamos, le di la vuelta pero antes puse aceite en su polla y huevos y le ate con el cordón de unas zapatillas.

-         Jo, empieza tú a rasurarle el culo, mientras yo le trabajo bien a este nene nuevo.
-         Jo con sumo cuidado espacio el gel en la raja del culo y lo cachetes y allí se aplicó, yo entre tanto tiraba de la soga y jugaba con su polla. Manu no paraba de gemir, dejaba la soguita y me aplicaba a sus pezones, bien pinzados, luego su boca, otra vez la polla y le aplicaba masajes en todo le cuerpo mientras Jo dejaba ese culo sin un pelo.
-         Listo amo, ya esta hermosos Manu, mírele.
Así era Manu estaba bellísimo, su collar su polla dura como una piedra y sin pelos, su culo blanco que contrastaba con su bronceado

-         Bien Jo te lo estas currando muy bien, y sin decir mas, le metí una rasta de diez bolas chinas en el culo que del placer cayó encima de Manu, el que instintivamente abría la boca y lo besaba como desesperado.
-         Una vez acoplados, abrí las piernas de Manu y otra rasta de bolas bien lubricadas entraba en su culo lentamente, los dos estaban a mil refregando sus cuerpos sus pollas y sintiendo como su amo jugaba con sus culos. Aullidos quejidos y sollozos salían de sus bocas de niños calientes.

Me senté cómodamente en el sofá y luego de verles jugar un rato indiqué.

-         De rodillas los dos ante mi, quiero que me lamáis todo el cuerpo de la cabeza a los pies, y cuando os quedéis sin saliva, buscar vuestras bocas, morrearos bien, y seguir con mi cuerpo, quiero baba, baba caliente a tope.

Sin decir ni una palabra los dos cachorros se aplicaron a la tarea, mirándose con mucho morbo cogieron un pie cada uno y como sincronizados, lamían, dedo a dedo, la planta el empeine, ambos pareciera estar compitiendo por ver quien se lo curraba mejor. Subían lentamente por mis piernas casi al mismo tiempo, ambos llegaron a mi paquete se besaron y se aplicaron a lamerlo entero por encima del suspensor. Uno amagó con sacarme la polla fuera y cogiéndole fuerte la mano le dije.

-         Eso se gana Manu, ese premio se gana, OK

Sin decir nada siguió lamiendo y subiendo por mi abdomen mis tetas junto a Jo, que le seguía el ritmo. Al llegar a mis pezones, los cogí de las cabezas y les grite.

-Muerdan coño, como perros de razas, no como nenas mariconas.

Los dos se aplicaron a darme mordiscones en mis pezones, lo que me ponía muy burro y sobreexcitado, sin decir nada comencé a aplicar azotes en sus culos con la palma de mi mano.
-Vamos morder más, y si oigo un quejido verán como les queda el culo.
Jo y Manu mordían, suspiraban y aguantaban el tipo, algún que otro lagrimón caían pos sus mejillas, pero ni de coña, iban a emitir sonido de queja alguno.

Luego de esto les cogí de la cara, los traje hacia mí y mientras les acariciaba el culo con un poco de aceite, nuestras lenguas y babas calientes jugaban sin descanso.

-         Vamos a cuatro patas, ordené.

Ya sin hablar y totalmente entregados se pusieron en posición y con mi mejor arte comencé un buen trabajo anal. Enguanté ambas manos, coloque mucho lubricante y allí empecé a explorara y dilatar sus culos.
Un dedo, dos y hasta tres cabían sin dificultad, los cachorros se dejaban llevar y de tanto en tanto se miraban y morreaban entre ellos. Coloque unos buenos plungs medianos y dándoles las vuelta de frete a mi y tirados en el suelo extraje de la mochila dos bombas de vació. Fue ver esto y comenzar a jadear.

-         Quiero que se cojan de las manos con fuerza, mientras trabajo  vuestras pollas.

Que maravilla, esas pollas crecían y crecían, mientras mi dos cachorro decían todo tipo de guarradas, y se ponían como dos putos perros

-         Si amo, si, la polla es una piedra, mírela amo jamás la vi así.
-         Por Dios, señor ya no quiero mas polvetes, lo quiero a UD,. Soy suyo
-         Ves Manu, lo que te decía yo, este es un amo, Manu, el mejor que se pueda tener.

Deje las bombas la máximo y allí me aplique, a jugar con sus culos y todos los plungs que había. Primero fueron pequeños para ir dilatando despacio, luego medianos y al final unos de bastante buen tamaño, sin exagerar mucho. Ellos solos se dejaban hacer querían experimentarlo todo, de tanto en tanto los dejaba relajarse y me les acercaba y con lametones muy dulces me agradecían este día maravilloso.

Luego de un buen rato así, extraje los plungs, las bombas y pedí algo fresco para toma.  Los dos cachorros se fueron a la cocina y en pocos minutos aparecieron con una bandeja, vasos, cervezas y colas frescas.
Fumamos un cigarro y hablamos un poco de la experiencia, y la verdad ambos estaban encantados.
- Manu levanta la mano y cierra el puño.
Una mano pequeña y de dedos finos apareció ante mis ojos y los de Jo.
- Buen tamaño cachorro.

Jo al oír esto abrió los ojos como platos y su polla se puso muy dura y babosa y sin quererlo comenzó a tiritar.
- Que pasa Jo,
-         Que ya me imagino amo, que ya estoy pensado en lo que sigue.
-         Te animas o que?
-         De su mano amo me animo a lo que sea.

Manu miraba y no entendía mucho, estaba muy perdido.

-         A ver, Manu, Jo siempre ha soñado con el fist, pero mira que mano y puño tengo, la verdad no creo que pueda llegar a aguantarlo, pero el tuyo es fino y pequeño y podrías ser mi instrumento.
-         Joder señor, me gusta y me acojona, nunca lo he hecho.
-         Ni lo aras, solo usare tu mano, como instrumento y luego tendrás tu premio.
-         Joder señor, UD es la caña.
-         Amo estoy dispuesto a ver a donde llego, si UD quiere.
 Saque el bote de poppers de la mochila y si bien Jon jamás usa, le dije que era necesario que lo tuviese allí por las dudas.

Coloqué  a Jo en el suelo, puse cojines en su espalda tratando de buscar la posición más cómoda posible. Manu trajo unas almohadas y las colocamos para que su culo quedara bien expuesto. Jo de solo ver esto sudaba a mares. Manu no paraba de jadear y su polla goteaba como en su vida.


De la mochila extraje los guantes de látex y la crema especial para fist y con mucha parsimonia y sin prisas, coloqué un guante en la mano de Manu y otro en la mía. Jo de verse así no paraba de emitir gemidos.

Lentamente comencé con mis dedos bien lubricados a explorar su culo. Uno dedo, dos dedos, tres dedos, sacaba y metía,  los dedos dentro y lentamente acariciaba sus paredes anales, Manu con la mano sin guantes, acariciaba a Jo y  le hacia una paja en el glande con la mano con aceite. Jo volaba, estaba en  el cielo, cerraba los ojos y movía su cabeza para todos lados.
 Cuando noté que su cavidad anal estaba muy dilatada llamé a Manu a mi lado, que no paraba de acariciar a Jo y de comerle la polla pero con mucho tino para que no se corriese.

Manu se puso en posición y le dije:
-         Ahora Manu seguirás al pie de la letra mis instrucciones.
La polla de Manu no paraba de gotear de la excitación,  Jo por primera vez en su vida, abrió la botella de poppers y esnifó.

-         Un dedo Manu, lento y despacio, así siente, ves hasta le fondo, despacio suave, muévelo bien, mira como se abre.
-         Dos dedos ahora, lentamente, hasta el fondo ábrelos dentro y acracia las paredes anales.
-         Tres dedos así presiona, presión.
Manu y Jo, ambos aullaban de placer, Acerque la botella de poppers a Manu, que también esnifo. Ambos cachorros alucinaban.
-         Cuatro dedos, no saques los otros tres y despacio introduce un cuarto, así, lento abre espacio en el culo de tu compi.

La escena no podía ser mas alucinante, Jo sudaba y tiritaba entero yo me le acercaba y mientras Manu jugaba y trabajaba con cuatro dedos en el culo, yo le comía las orejas, que es su punto débil. Jo no paraba de emitir sollozos quejidos aullidos y decir gracias señor, gracias, señor, le adoro.

La entrega de Jo y Manu era total y absoluta, así que había llegado el momento.

-         Saca los dedos Manu, y ponte muchísima crema hasta la muñeca. Jo sabia que había llegado el momento. Otra vez con mis dedos comencé a dilatarlo, ahora eran cuatro dedos míos lo que abrían su culo. Manu me miraba y me besaba entero, Jo sudaba y convulsionaba como en su vida.

Saque mis dedos y cogí la mano de Manu. Coloqué los cinco dedos en posición y con mi mano empecé  mi trabajo. Jo al sentir los 5 dedos haciendo presión, volvió a esnifar y se relajo todo lo que pudo.
Con mucha lentitud pero con firmeza manipulaba los dedos de Manu dentro del culo de Jo., el que no hacia mas que bufar y bufar. Despacio con ritmo, avanzaba lentamente hasta los nudillos.

-         Mete y saca, mete y saca despacio, Manu.
Este como poseído no hacia más que obedecer. Me acerqué a Jo, le bese en la boca, le comí las orejas, le lamí su polla chorreante y le dije.
-         Vamos a por todas, cachorro.
-         Se lo suplico.

Me puse otra vez en Posición y con firmeza empecé a empujar y a mover la mano de Manu, en el culo, Jo no para de sollozar del placer, Manu jadeaba como ido. Lentamente pero con mucha firmeza, coloque mas crema en la mano y el culo y allí me lancé.

-MMMMMMMMMMMMMMMMMM, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, se escucho en toda la casa. Jo sentía como el puño de Manu abría su  culo y lo llenaba de gozo y satisfacción

- Mueve suave Manu, suave, rota despacio, movimientos suaves y lentos.
- Si señor, esto es muy fuerte creo que me voy a correr.
-         Sigue perrote sigue. Así despacio para un lado y para el otro, empuja y mueve.
-         Joder, joder, joder, estoy en el puto infierno ( aullaba Jo como desesperado)
-         Yo entre tanto pajeaba su polla y la ponía tiesa como una roca, para lo que vendría luego. Mientras Manu y bajo mis ordenes fisteaba el culo de Jo, Sacaba un poco la mano la volvía a introducir y el placer de ambos era absoluto.

Cuando vi que Jo ya no daba mas, cogí la mano de Manu y con sumo cuidad la fui sacando del interior de ese culo divino.

-         Te los has gano cachorro, súbete en la polla de Jo siéntate allí y cabalga.

Así fue Manu muy excitado se subió encima y enterró lentamente la polla de Jo en el culo y cabalgaba esa polla como desesperado. Jo se dejaba hacer y ya no gemía, aullaba y sollozaba. Yo entre tanto  propinaba unos buenos azotes en el culo a Manu, que lo ponían mas burro. Y así fue, entre gemidos aullidos y sollozos, ambos se corrieron en un solo grito, los tres exhaustos caímos al suelo, sudados, jadeantes y felices.

Terminado esto descansamos un poco, y entre los dos cachorros prepararon una bandeja con bocadillos, fruta y bebidas refrescantes, ya que estábamos algo cansados.
 Comíamos placidamente y habábamos de todo lo realizado hasta el momento. Ambos perrotes estaban mas que contentos, pero Manu dejaba entrever que él quería mas,  que también quería ser protagonista.

En medio de la charla me acerque a él y le comencé a comer la boca, Jo al instante me siguió y entre los dos jugábamos con su lengua y reíamos mientras comíamos. Si decir nada cogí el bote de mayonesa y abrí de un tirón las piernas de Manu.

-         Ahora te toca a ti, cachorro, déjame que me lo curre con tigo.
-         Si amo, soy suyo.
-         Jo, tu sigue allí en la boca y los pezones, dale placer a Manu.

Luego de esto destape el bote de mayonesa y si decir mas se lo introduje en el culo, y lentamente le metí un buen chorro allí. Manu sentía y gemía como loco. Luego de esto, me acosté en el suelo y sin mas preámbulos metí mi lengua en su culo y  mientras comía le decía,:
- Quiero mayonesa Manu, dámela capullo, pero despacio, que sino me ahogo.

Manu abrió el culo como una flor, y lentamente cagaba la mayonesa en mi boca, yo la recibía la escupía en sus nalgas y lamía como un poseso. Jo le daba  a los pezones y le comía la boca. Manu lentamente entraba en el infierno de Papamaxo.

Cogí una tolla, la empape en agua mineral y con sumo cuidado limpie todo su culo.
-         Jo quiero que le hagas una buna mamada de polla a Manu. Pero que no se corra.

Yo sin ninguna prisa busqué un racimo de uvas de un buen tamaño, y mientras ellos jugaban lentamente saque grano por grano a la vista de los dos.

-         Que hijo de puta eres amo, jamás dejas de sorprenderme, dijo Jo.
-         Tengo un hambre, exclamó Manu.

Una vez que ya tenía como 12 uvas en mi mano, le abrí las piernas lo más que pude. Coloque varios cojines en su espalda para que su culo quedara bien parado y expuesto y sentencié.
-         Un 69 ahora y el que se corre se queda castigado el resto de la tarde.

Jo se dio la vuelta y poniendo su polla en la boca de Manu se agacho pero con cuidado de no aplastarlo y comenzó a lamer polla como loco y Manu por su parte tragaba polla a lo bestia.

Con absoluta maestría ensalivaba cada grano de uva y lentamente lo iba introduciendo en su culo, Manu lamía polla y contaba uno a uno los que iban entrando. Estaba que se subía por las paredes.. Una vez metidos los 12 granos, le dije:
-         Cierra el culo, joder y si se sale uno solo, te doy de ostias que te hago un zumo.

Jo se rió, pero siguió comiendo polla.

Cogí un plátano, el mas durillo que había en la bandeja, lo pelé con cuidado y ambos perros aullaban como locos, ya que esto los ponía mas burros a los dos.

- Acariciarse los capullos con la lengua y nada de correrse

Lentamente puse un poco de lubricante en la punta y despacito se lo metí en el culo.
Como gemía, joder, como bufaba, como se enterraba la polla de Jo en la boca y ponía los ojos en blanco.

-         Jo, ven aquí cachorro, Manu siéntate arriba del sofá en el cabecero y abre las piernas. Quiero mi postre y lo quiero ya. Jo come mi polla y mis cojones mientras como mi postre

 Como autómatas los dos nenazos se pusieron cada uno a lo suyo. Manu abría las piernas y esperaba instrucciones.

- Mientras te coma  el culo quiero que lentamente vayas sacando ese plátano así me lo voy comiendo.

Así fue muy despacio Manu, hacia fuerza y lentamente el plátano salía de su culo, como un desesperado comía lentamente y le comía el culo, que es mi pasión. Jo entre tanto jugaba con mi polla y como podía no se perdía detalle de lo que iba sucediendo
En todo momento lamía comía y le animaba a seguir. Verdaderos aullidos y sollozos de placer salían de la boca de Manu. Jo miraba y lentamente se aplica a mi polla mis huevos y la raja de mi culo con absoluta devoción.

-         Vamos perro ahora las uvas, una a una, deposítalas en mi boca, dale de comer a tu amo.

Jo lamía y se movía como un gato en celos. De un salto me levante cogí otro plátano y de un empujón lo enterré en su culo diciendo.
-         Toma goloso de mierda, luego te tocara a ti.

-         Siiiiiiiiii, aulló y se aplico a mi polla mientras ese plátano taladraba su culo.

La verdad que la escena era alucinante, Manu aullando desesperado esnifando poppers y entregando uva a uva en mi boca. Jo lamiendo mis pelotas, mi polla y el  culo con ese plátano taladrando su cueva de placer.
 Cuando Manu hubo acabado de entregarme hasta la última de las uvas, me miro embelesado y viniendo hacia mi me besaba desesperadamente., como si fuese a ser la última vez e su vida que sería mío

- Cómele la polla a Jo, no ves como está la pobre que yo comeré su plátano

Manu se puso debajo de Jo y llevo su polla a la boca, mientras yo me arrodille detrás de su culo y lentamente y como a Manu, le comí todo el culo y el plátano que albergaba en su interior.

Terminado esto les mire a los ojos y les dije:

-         Bien cachorros  míos, el final de esta sesión lo armaran uds. Quiero ver cual creativos son.
Mientras me fumo un cigarro y me relajo un poco os daré 10 minutos para que penséis algo muy morboso y creativo y lo llevéis a la práctica, Ojo soy activo y sigo siendo vuestro amo.

Ambos se rieron y salieron del salón a urdir un gran final

A los 10 minutos exactos apagaba mi cigarrillo y ambos entraban en el salón con  una bandeja con yogures y una silla plegable de plástico.
Yo no decía absolutamente nada solo me dejaba hacer.
Lentamente me cogieron de los hombros me hicieron poner de pie y con un pañuelo me vendaron los ojos. Luego de esto, me sentaron en la silla en medio del salón. Me ataron los pies a la silla, pusieron mis manos a los costados de mi cuerpo y me ataron con otra soga.
Yo ni me inmutaba les dejaba hacer y experimentar. Sentía que abrían cosas y depositaban como algo líquido en un cubo o algo parecido.

-Amo vamos a darte un masaje inolvidable dijo Jo, el especialistas en masajes, confía en nosotros.

- Si claro, por eso me dejo hacer.

Lentamente con sus manos sacaban yogur de ese cubo y lo iban esparciendo lentamente con sus dos manos por todo mi cuerpo con todo el morbo y le vicio del que eran capaces, de los pies a la cabeza, poco a poco me iba sintiendo todo embadurnado.
Ellos gemían y cada tanto sentía como esnifaban poppers y cada tanto me lo ponían en la nariz para que yo también esnifara.

Terminado ya de embadurnarme entero, desde la cabeza a la punta de los pies, comencé a sentir dos lenguas tibias que con sumo cuidado y de arriba hacia abajo lamían mi cuerpo. Las sensaciones eran alucinantes. Fuertes temblores recorrían mi cuerpo, ya que mientras uno lamía mi calva otro jugaba con mis orejas. Mientras uno lamía mi pecho y mordisqueaba mis pezones, el otro bajaba lentamente por mi espalada y lamía y limpiaba a su amo.
Este juego se me hacia eterno, mi polla estaba  a millones, y yo allí solo sintiendo atado de pies y manos y a merced de estos cachorros. 

Una vez casi limpio, sentí que algo caliente se acercaba a mi polla. Uno de ellos se ensartó en ella y a buen ritmo se follaba el culo con mi polla caliente y dura mientras verdaderos sollozos y gemidos salían de su boca.
El otro le animaba a seguir cabalgando mientras, con absoluta ternura y pasión se encargaba de seguir trabajando mi cuerpo con su lengua.
El tiempo pasaba, se detenía se hacia eterno, cuando comenzaba a bufar como avisando que me correría, sacaba la polla de su culo y comenzaba a lamer  mi cuerpo nuevamente.

Otro culo se acercaba a mi polla y otra vez se movía de forma tal que me llevaba al puto infierno de Papamaxo,  estaba pagando por algo que él mismo había creado.

Las horas se detenían, lenguas y culos estaban a mi entera disposición y yo allí, resoplando como un toro embravecido. Siendo artífice de dos alumnos ávidos de aprender, quizás los mejor que haya tenido en años.

Llego un momento  que ya no di mas y un grito agudo salio de mi boca y fuertes chorros de semen caliente inundaron el culo y la espalda de uno de mis cachorros.

Con mucha ternura me sacaron la venda de los ojos y absolutamente entregaos se sentaron a horcajadas cada uno en una pierna y mientras se besaban, me besaban y nuestras lenguas disfrutaban como locas, ellos se masturbaban el uno al otro. Verlos así me ponía caliente y su vez me llenaba de ternura, me encantaba esta unión, esta comunión de cuerpos, esta complicidad entre los cachorros y su dueño, hasta que en un momento ambos se pusieron de pie y casi al mismo tiempo y gritando se corrieron encima de mi pecho peludo.

- Ya somos más tuyo amo cabrón, ya nos tienes para ti en la jaula, dijo Jo casi sollozando

-         Ya has ganado mi confianza y has follado mi alma, Papamaxo, hechizador de los cojones  (dijo manu súper agitado)

Me desataron lentamente se arrodillaron ante mí y con sus lenguas limpiaron todo mi pecho que chorreaba de lefa. Nos besamos y juntos y abrazados nos besábamos y acariciábamos, con verdadero amor. Luego nos duchamos los tres y otra vez entre risas y comentarios de todo lo vivido, 

Ya era muy tarde, la noche se había comido al día, el juego no se sabia si ya había terminado o si bien no hacía más que comenzar, pero lo que sí estaba muy claro es que   Papamaxo, dejaba allí a dos cachorros ávidos de mas caña, morbo y juegos alucinantes;  pero sobre todo a dos cachorros hambrientos de cariño y ternura y de seguir adentrándose en arte sublime y maravilloso.



































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